LA BASURA INVADE LA MONTAÑA DE FIRGAS

LA BASURA INVADE LA MONTAÑA DE FIRGAS

La actividad humana destruye poco a poco este paraje clave para la recuperación de la selva de Doramas.


La montaña de Firgas se encuentra en su cima más alta a 557 metros sobre el nivel del mar, su vegetación esta compuesta principalmente por eucalipto (eucalyptus), también se encuentran zonas reforestadas con laurel, principal árbol del bosque de laurisilva, y faya-brezal, sotobosque del mismo. En el pie de este accidente geográfico encontramos acumulaciones de helechos debido a la humedad de los estanques que se encuentran en esa zona, para recoger el agua de la lluvia. En cuanto, a fauna nos encontramos, conejos, cernícalos, lechuzas, lagarto gigante de Gran Canaria, musarañas, palomas rabiches y diferentes especies de pájaros.

La selva de Doramas que antes cubría los municipios de Teror, Valleseco, Firgas, Moya, Gáldar,  Agaete y Arucas, fue deforestada en el S.XVII por los castellanos, para obtener materias primas. Hoy en día solo se conserva un 1% de la masa forestal. Aunque el Cabildo de Gran Canaria, ha llevado a cabo diferentes proyectos de repoblación de las zonas que actualmente están desérticas. En la montaña de Firgas más de 1.500 árboles se han replantado, para así recuperar un poco del esplendor que brillaba en el norte de la isla. Prácticamente toda la superficie de la monta a se encuentra con pequeños brotes verdes de estos árboles que deben luchar contra los afianzados y robustos eucaliptos que se erigen en gran parte del territorio insular.

A pesar de los esfuerzos del Cabildo, la actividad humana sigue deteriorando el paraje natural. Casi todos los días, grupos de personas acuden con sus vehículos a la monta a para realizar “botellones” y fiestas, pero el gran problema no es ese; sino que arrojan residuos de todo tipo al entorno y esto hace que la vegetación no pueda desarrollarse con normalidad. También otras actividades como la agricultura limitan el espacio disponible para que crezcan los bosques y cubran más espacios. Volviendo a los residuos, su cantidad es muy elevada y la mayoría ellos son plásticos, que no son compatibles con el entorno y permanecen mucho tiempo en descomponerse, perjudicando claramente a todo el ecosistema. Tampoco se cuenta con una brigada de limpieza en la zona, y no se puede mantener a raya el gran número de desperdicios.

En conclusión, el entorno de la monta a de Firgas, tiene un valor especial y un gran potencial para ampliar, poco a poco, la masa forestal de la isla. Aunque por muchos proyectos que tenga el Cabildo en mente, debemos concienciar al pueblo de la riqueza que esconde este paraje y que procuren pensarlo dos veces antes de arrojar cualquier objeto.







Reforestación de Laurisilva




Selva de Laurisilva ubicada en Firgas



Créditos: Oumar Balde Ndiaye y Naim García Aparicio 4ºC

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