ISAAC NEWTON

ISAAC NEWTON










Primeros años y estudios




Isaac Newton nació de forma prematura el 25 de diciembre de 1643 y murió el 31 de marzo de 1727 a los 84 años, en Inglaterra.
    Su infancia fue complicada. Tres meses antes de su nacimiento su padre fallece y a los tres años su madre lo deja con sus abuelos ante la negativa de su nuevo marido a criar un hijastro.



No le gustaba mucho la idea de los estudios pero, la inteligencia, curiosidad e imaginación nunca le faltó.

    A los 12 años empezó con sus estudios elementales en Grantham y a los 18 empezó a centrar sus rendimientos en las matemáticas.
    Verificó su ley de la gravitación universal y estableció la compatibilidad entre su ley y las tres leyes de Kepler sobre los movimientos planetarios.

    El germen que inició el descubrimiento de sus leyes fue la caída de una manzana. Newton se preguntaba por qué siempre dicha fruta caía perpendicular hacia el suelo, y de varios estudios elaboró las leyes de Newton.



Newton, además, descubrió los principios del cálculo diferencial e integral y durante el decenio siguiente elaboró al menos tres enfoques diferentes de su nuevo análisis.
Escribe libros de obras que contienen los fundamentos de la física y la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría pura.






Las Leyes de Newton



    Las leyes de Newton, también conocidas como leyes del movimiento son tres y revolucionaron los conceptos básicos de la física y el movimiento de los cuerpos en el universo.


  • Primera Ley de Newton
También se conoce como la ley de la inercia.

    Establece que un objeto permanecerá en reposo o con movimiento uniforme rectilíneo a menos que sobre él actúe una fuerza externa.



  • Segunda Ley de Newton

Indica que la fuerza es directamente proporcional a la masa y a la aceleración de un cuerpo.



  • Tercera Ley de Newton:

Esta ley se le conoce como “Acción-Reacción“


    Dice que si un cuerpo A ejerce una acción sobre otro cuerpo B, éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario.








CRÉDITOS: Noelia Falcón Betancor

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