SEVERO OCHOA DE ALBORNOZ

SEVERO OCHOA DE ALBORNOZ 






Nacimiento y estudios.


Severo Ochoa de Albornoz nació en Luarca, Asturias, el 24 de septiembre de 1905. Sus padres fueron el abogado Severo Manuel Ochoa y Carmen de Albornoz. Tras la muerte de su padre en 1912, su madre y él se trasladaron a vivir a Málaga, donde Ochoa realizó sus estudios de elementaria y bachillerato.

     Su interés por la biología fue estimulado en gran parte por las publicaciones del gran neurólogo español Santiago Ramón y Cajal; Ochoa se trasladó a Madrid y cursó estudios de medicina que, en aquella época, eran los que mejor salida daban a sus perspectivas futuras.

     Se licenció en 1929 por la Universidad Complutense de Madrid doctorándose poco después. Sin embargo, nunca ejerció la medicina. Durante su estancia en Madrid vivió en la Residencia de Estudiantes, en la que ingresó en 1927, y allí fue compañero de grandes intelectuales y artistas de la época, como Federico García Lorca y Salvador Dalí.

     En la Universidad madrileña fue profesor ayudante de Juan Negrín y le fueron concedidas varias becas para ampliar sus estudios en las Universidades de Glasgow, Berlín y Londres; durante este periodo trabajó en la bioquímica y la fisiología del músculo, bajo la dirección del profesor Otto Meyerhof.

     En 1930 regresó a Madrid a terminar su tesis doctoral, que defendió ese mismo año. Un año más tarde fue nombrado profesor ayudante de Juan Negrín. Viajó al London National Institute for Medical Research, donde trabajó con Henry Dale en el estudio de la vitamina B1 de la enzima glioxalasa. Estos estudios fueron el comienzo del importante interés en el estudio de las enzimas que Ochoa tuvo a lo largo de su vida, y supuso una revolución en el estudio del metabolismo intermediario.








Investigación y descubrimientos.


En 1936 estalló la Guerra Civil Española y ello favoreció la partida de Severo Ochoa hacia ambientes más propicios para la investigación. Así, llegó a Alemania y en ese mismo año fue designado asistente de investigación invitado en el Laboratorio de Meyerhof de Heidelberg, donde estudió las enzimas de ciertos pasos de la glucólisis y de las fermentaciones.

     En 1937 se traslada a Plymouth y allí investiga en el Laboratorio de Biología Marina. Desde 1938 hasta 1941 se dedica al estudio de la función biológica de la tiamina (vitamina B1). Precisamente, ese mismo año emigra a los Estados Unidos y empieza a trabajar en la Universidad de Washington en San Luis y posteriormente en la Universidad de Nueva York. En este período se dedicó a realizar investigaciones sobre farmacología y bioquímica.

     Sus principales investigaciones se centraron en los fosfatos de alta energía que participaban en las reacciones bioquímicas. Es en este momento cuando Severo Ochoa realiza la que fue, posiblemente, su mayor aportación científica cuando consiguió por vez primera la síntesis del ARN en el laboratorio, a partir de un sustrato adecuado de nucleótidos. Un año después, el bioquímico norteamericano Arthur Kornberg, discípulo de Ochoa, realizó una aportación al estudio hecho
previamente por el científico español. Como consecuencia, ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1959 por sus descubrimientos.

     A partir de 1964 se adentró, por una parte, en los mecanismos de replicación de los virus que tienen ARN como material genético, describiendo las etapas fundamentales del proceso, y, por otra parte, en los mecanismos de síntesis de proteínas.

     Desde 1977 compartía sus actividades en el Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey con sus frecuentes estancias en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid. En el año 1985 volvió definitivamente a España a trabajar en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, del que era director honorario. Publicó su último trabajo científico en 1986, a la edad de 81 años.







Aportaciones científicas.


La investigación de Severo Ochoa fue polifacética, hizo numerosas e importantes contribuciones en distintos campos de la Bioquímica y la Biología Molecular. Las mayores aportaciones que explican su popularidad son las siguientes:

     A través de trabajos de enzimología metabólica con el descubrimiento de dos enzimas, la citrato-sintetasa y la piruvato-deshidrogenasa, permitió concluir el conocimiento efectivo del ciclo de Krebs, y que representa un proceso biológico fundamental en el metabolismo de los seres vivos. 
Realizó una serie de trabajos que condujeron finalmente a la síntesis del ácido ribonucleico, ARN. 




Premios.

Premio Nobel de Medicina en 1959. 
Medalla Neuberg en bioquimica, 1951. 
Medalla de la Société de Chimie Biologique, 1959. 
Medalla de la Universidad de Nueva York, 1959. 
Doctor Honoris Causa de la Universidad de Granada, 1967. 
National Medal of Science de los EEUU del año 1979. 
Títulos honoríficos de las universidades de St. Louis, Glasgow, Oxford, Salamanca y Oviedo. 





Bibliografía.























CRÉDITOS: Jose Durán Quintana

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